En el espacio de tantos años sin cordillera
Se me aparecen tus mariposas y tus banderas.
Te veo niño frente al espejo de aguas heladas,
Veo el asombro en las pupilas, en tu mirada.
Todo se cubre, todo se invade con esas aguas,
Desde aquel árbol hacia los valles y las montañas.
Noble es la mano que te conduce por el camino,
Sal de los mares, cedros alados vuelan contigo.
Magia dejaron los pasajeros en ese huerto
Que ahora dibujas cual paraíso de encantamiento.
Lunes de pena, jueves amables, viernes de soles,
Sábado amado, vuelves al seno de tus amores.
Cuentan geranios que en los colores de tu escritura
Brilla una infancia de maravillas y de ternuras.
Cuando te alejas con tus silencios y tus misterios
Diviso velas de navegantes en el destierro.
Si desgarrado te llega el canto del hombre solo,
De sentimientos y de emociones lo sabes todo.
Verás tu tierra, verás tu cielo, verás tus mares
Porque en la vida se cumplen sueños y voluntades.
Sólo quería decirte cómo me he conmovido
Con tus recuerdos, con tus batallas, con tus motivos.