La superficie y la profundidad,
lo exterior y el interior,
lo que ve el hombre el juzgamiento de Dios,
que no se desprenderá jamás.
Pendiente la humanidad
de escasa superación,
las quejas están demás
las quejas arden al mundo.
Pero tus ojos hoy ven
tu alma siente también
tu oÃdo escucha la voz
la vida rosa, el placer.
Cae la envidia al sentirse inferior,
tu gesto rÃe, el alma llora.
Los partidarios de disconformidad
bloquean la felicidad, la ilusión.
Pendiente la humanidad
del sueldo sobreviviente,
las quejas están demás.
Las quejas son mala sangre.
Por eso escucha la voz
de lo que la gente quiere
tu vida inútil será
la guerra Ãntima.
Pendiente la humanidad
de escasa superación,
las quejas están demás
las quejas arden al mundo.
Pero tus ojos hoy ven
tu alma siente también
tu oÃdo escucha la voz
la vida rosa, el placer.
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