Amanece un nuevo día encerrado en mi prisión.
Encadenado a la rutina de sentir el mismo sol.
Exijo un porqué a esta maldita pared
cual verdugo de vida e ilusión.
Quise creer… en aquellas palabras.
Torturador… fui de tu alma y tu voz.
Soy servidor... de la desesperanza.
Agonía y dolor son ahora mi único amor.
Todo el dolor que yo contengo
es fruto de tu maldad.
Atrapado y torturado
no existe en mi la lealtad.
Yo no seré otro recuerdo para ti.
Nada te importa ya que sea otro más.
(Solo: Erik - Solo: Román)
Quise creer… en aquellas palabras.
Torturador… fui de tu alma y tu voz.
Soy servidor... de la desesperanza.
Agonía y dolor son ahora mi único amor.
Mi único amor… mi último adiós.
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