Miras alrededor
ahora dime, ¿Qué puedes ver?
mientras retumban los muros
el fuego ajeno
la amarga hiel
abre tus ojos
y un fuerte golpe al muro
la tierra desdibujada
y más sombras
pilares erosionados del ayer
¡Nada de lo construídohasta hoy
nos pertenece, tampoco su ilusión!
solo hay vientos y cenizas
de nuestra fiebre, nuestro fuego
y un mundo, lejos
separado por dos orillas
una luz resplandeciente
una sola caida, un solo rencor
¡Ah, tiempos de odio!
¡Cosechas de sangre sin siembre!
un terrón donde acostarse
una herramienta
un cuerpo suave por acariciar
y el amor nos ayude a cincelar
que en esta tierra queda tanto por crear
¡Derramar la sangre de nuestras venas!
¡Es este mundo el que reclama nuestra miel!
y el rencor nos ayude a recordar
que en este mundo nada podrá ser igual
¡Derramar la sangre de nuestros cuerpos!
que en esta tierra queda tanto por crear