sentado en tu sillón
mirando el clisé
de luz anaranjada
fundiendo en el calor
las moscas de almacén
los viejos colachatas
las marcas del reloj
las ganas de no sé
pintadas en su cara
la brisa que movió
las ramas en vaivén
la media damajuana
vendrá en el calor de una tarde de enero del fin de la calle sacando el sombrero
sus tímidos saltos revuelo de perros
y el corso de viejas de manos al cielo
fogata en el cordón
el humo y ese olor
anzuelos de la nada
la radio que dejó
un viejo milongón
colgado entre las ramas
hoy juega el almacén
su número no vió
la próxima semana
ya no se le sorprendió
notar en el reloj
que el tiempo no pasaba
vendrá en el calor de una tarde de enero