El cuento que pudrió mi voz
el que me acunará la piel
cantaré
el que parece un corazón
el que robé a los sordos, de Babel
Lo cuenta un cielo que murió
lo cuenta un sol que tiene sed
con la sola intención de dar
de beber, a mis pies
Después los hombres pisarán
cometas de silencio
que dejé
colgando del alero en flor
donde mi aliento muere por volver
Lo cuenta nadie y nadie va
contando vagones de fe
sabiendo que no va a parar
ningún dios ningún tren
Lo cuenta el polvo que quedó
tras el estruendo y el carmín
lo que la sombra se comió
volverá a por mi
Lo cuneta un rastro de carbón
que no volvio su sangre gris
el que se encuentra y dice adios
un dolor entre mil
Lo cuenta el viento que lloró
cuando le hicieron entender
que el cuento vive en un reloj
y otra vez a perder
y el cuento se vuelve a contar
y acaba donde empiezo yo
y el cuento se vuelve a contar
y acaba donde empiezo yo
y el cuento se vuelve a contar
y acaba donde empiezo yo
y el cuento se vuelve a contar
y acaba donde empiezo