Cuantas veces, habías planeado el gran final,
Si hasta soñaste no temer, la nueva vida en libertad,
Sin melodramas, sin tragedias, ni mentiras,
Esperando que ella a ti, te concediera terminar.
Pero fallaste en tu presagio, y hoy te toca, suplicar,
Con el sabor a soledad, aun resbalando por los labios,
Mientras paseas, entre la asfixia y la ansiedad,
El recuerdo de su piel, muriendo entre tus brazos.
Aguanta corazón, no me abandones,
No dejes, que me falle aquí, la fuerza,
Si lloras, por su amor mejor no llores,
No dejes que nos lleve la tristeza
Aguanta corazón, como los hombres,
Y piensa que tú ya, no le interesas,
No te hundas, en inútiles, reproches,
Y besa mil y un bocas, hasta que,
La de ella muera.
Ahógate en recuerdos, hasta el instante de llorar,
Y trágate sus piernas, y sus besos,
Aprieta entre los dientes, el intento de gritar,
Y muere lentamente, entre tus sueños.
Aguanta corazón, por tres razones,
Por ti por el ayer, por la tragedia,
Numera uno por uno, tus errores,
Y cóbrate, cortándote las venas.
Aguanta corazón, no me abandones,
No dejes, que me falle aquí, la fuerza,
Si lloras, por su amor, mejor no llores,
No dejes, que nos lleve, la tristeza.