Mi música es mi casa, un espacio donde hago uso de mis inquietudes, mis privilegios y mi voz pero en este caso no me quiero hacer oír; quiero dar voz y aliento.
Quiero el papel secundario, la segunda fila.
No quiero la satisfacción que da la autorealización disfrazada de compromiso.
No quiero ni medallas, ni galones, ni mucho menos reconocimiento.
No quiero ser el protagonista del videoclip de este tema porque bastante tengo yo con ponerme un espejo
cada día y desaprender todo lo aprendido para aprender de nuevo algo que me llevará toda una vida.
No yo,
no yo,
no yo,
ELLAS.
Por eso el videoclip de esta canción tiene la cara de algunas de las mujeres que más admiro dentro del mundo del deporte, de la interpretación, de la música, de la producción y de la comunicación.
Por eso los derechos de esta canción irán destinados a la asociación Bizirik -Asociación que ayuda a mujeres supervivientes de la violencia machista--.
Por eso son ellas...