Desgárrame lentamente el alma y extingue en mí toda pasión,
Triste, agónica desangra la ceniza carcomida de ilusión.
En mi mustia alma habitan: Cadáveres, flores malditas;
Fúnebres melodías me invitan a sumergirte entre tinieblas.
El cielo me rechaza a las sombras eternamente
Y en el fondo descubriré la maldad, la maldición,
Mi cuerpo desangrando insulta la fe
Olvidando la tristeza que amarga el alma.
Miraré mi rostro y crearé un sueño sin dolor,
Viviré entre las sombras sin miedo,
Cambiaré tu sonrisa por un gesto de odio,
Morirás en mis brazos esperando la luz.
Toma mi cuerpo sin ilusiones
Y desata en mi la maldad y el horror.
Toma mi vida y sacia tus deseos,
Te regalo mi sangre derramada en odio.
Soy el dueño de mí ser, el horror, el temor;
Hoy crearé mi religión.
Yo desataré la oscuridad, invadiré de dolor
Y acabaré la fe.
Hoy intentaré llegar hacia ti
Atravesando el cielo que cubre tu cuerpo,
Llegarás bañada de dulzura y pasión
Y encontrarás un mundo lleno de maldad y dolor.
Yo me esconderé en la sonrisa de un ángel
Hasta convencerte a seguirme,
Destruiré tu cuerpo con mis manos
Y gritarás compasión mientras mueres
Desgárrame lentamente el alma y extingue en mí toda pasión,
Triste, agónica desangran las cenizas carcomidas de ilusión.