Somos como dos estrellas
en la noche
dispuestas a comerse el mundo
por los pies.
No vaya a ser que el cielo se tiña
de nubes negras
y me arrepienta.
Mira que te dije que no creo que mañana se detenga el mundo
y yo que salgo de tu lado sin pensar en otra cosa;
la retórica es absurda.
Mira que te dije que no creo que mañana se detenga el mundo
y yo que salgo de tu lado sin pensar en otra cosa;
la retórica es igual de absurda
cuando me pongo intenso
y hablo sin pensar.
Somos como dos titanes
enjaulados
gritándole a los malos
saltándonos la hora de cenar.
Como un espejismo racionalizado;
la respuesta que siempre está a punto de llegar.
Mira que te dije que no creo que mañana se detenga el mundo
y yo que salgo de tu lado sin pensar en otra cosa;
la retórica es absurda.
Mira que te dije que no creo que mañana se detenga el mundo
y yo que salgo de tu lado sin pensar en otra cosa;
la retórica es igual de absurda
cuando me pongo intenso
y hablo sin pensar.