Ya ven estamos de vuelta, con nosotros no pudieron.
Ya ven el tiempo ha pasado y las ganas no se fueron,
prepárense los gomías, la noche, el tango, las minas
que mataremos treinta años, a golpes de bandoneón.
Con el espíritu eterno de los muchachos que fuimos
van a ver como se puede barajar y dar de nuevo,
qué carajo importa el tiempo, si nosotros como el vino
mejor cuanto mas añejos, somos Rosarigasinos.
Vamos que hay un sueño por vivir
y esta vez no debe ser un reflejo.
Vamos que el pasado no se fue
que seguimos siendo los mismos pendejos.
Vamos que empezamos otra vez,
treinta años no pueden volvernos tan viejos.
Despierta la noche espera, está con las ligas puestas,
que se encienda la ciudad, las calles, las avenidas,
hoy hemos vuelto a la vida, de placeres y cervezas
vuelta al dolor de cabeza, de vecinos y pebetas.
Por eso digo muchachos, esto es casi una amenaza,
al olvido y al pasado tomaremos por asalto.
Nunca nadie diga nunca, sólo los trapos son viejos
viejo se ha puesto el espejo, que nunca nos reflejó.