Fuera del camino
que marcan los demás;
juzgado por su imagen,
por su criterio personal.
Y en cuanto sale a la calle,
lo miran al pasar.
Le insultan las miradas,
las risas en voz baja.
No respetan su libertad.
Sigue siendo tú mismo,
siempre a gusto contigo.
Sigue siendo tú mismo,
siempre a gusto contigo.
Y ya en su casa los padres
lo intentan convencer:
cambiar de ropa, su pelo
No le comprenden bien.
No respetan su libertad.
Sigue siendo tú mismo,
siempre a gusto contigo.
Sigue siendo tú mismo,
siempre a gusto contigo.
Son cauces de presión
que te hacen renunciar,
a tu instinto interior,
y te introducen dentro
de la manada.
Hay que saber ceder
algunas veces.
Pero no dar la razón
sin verlo claro
Sigue siendo tú mismo,
siempre a gusto contigo.
Sigue siendo tú mismo,
siempre a gusto contigo.