La presencia de tu cuerpo
En mi cuarto sabe bien
La madera de las vigas
De esta casa escurre miel
No hay oxígeno que aguante el calor de esta combustión
Cuando hay dos cuerpos en celo compartiendo habitación
No hablemos del amor
No hablemos por favor
Quédate quieto un momento, quiero escuchar tu corazón
No hablemos del dolor
No hablemos por favor
Que en el arrullo de tus brazos se vuelve inútil la razón
La materia que construye nuestros cuerpos y el espacio alrededor
Es la misma que nació cuando esta Tierra se fundió
No hay oxígeno que aguante el fuego de esta combustión
Cuando instintivamente va aumentando la fricción
No hablemos del amor
No hablemos por favor
Quédate quieto un momento, quiero escuchar tu corazón
No hablemos del dolor
No hablemos por favor
Que en el arrullo de tus brazos se vuelve inútil la razón
No hablemos del amor
No hablemos por favor
Quédate quieto un momento, quiero escuchar tu corazón
No hablemos del dolor
No hablemos por favor
Que en el arrullo de tus brazos y en el calor de tus abrazos
Se difumina la razón, la razón, la razón