Antes era feliz, pues no sabía
de traiciones, de amor, ni desengaños.
Antes era feliz, pues no tenía
este amargo sinsabor que traen los años.
Antes tuve una novia venerada
a quien di lo mejor de mi ternura,
mas después, por el oro deslumbrada,
se alejó sin pensar en mi amargura.
Y la busco y la nombro todavía
aunque todo su recuerdo me hace daño.
Antes era feliz, pues no sabía
de traiciones, de amor, ni desengaños.
Antes era feliz, pues no creía
que la vida era tan cruel y despiadada
fracasó mi esperanza y mi alegría
hoy se pierde en una lágrima callada.
Antes tuve, como todos mis amigos,
los que al vicio irresponsable me llevaron
de mi triste rodar fueron testigos
y al mirarme caer me abandonaron.
Yo soñaba con luz de pleno día
y la noche me ha arrastado hacia la nada.
Antes era feliz, pues no creía
que la vida era tan cruel y despeinada.
Antes era feliz porque tenía
el tesoro más grande que se tiene.
La que nunca nos miente y que nos guía
sin engaños por la senda que conviene.
Antes tuve mi madre idolatrada
que fue la única verdad que hubo en mi vida
mas del fondo de mi alma destrozada
cuando más la precisé, la vi perdida.
Vaya toda la emoción del alma mía
al recuerdo de aquellas blancas sienes.
Antes era feliz porque tenía
el tesoro más grande que se tiene.