De repente se oye en la oscuridad
Las voces cantando una hermosa canción
Pablo y Silas estaban en la prision
Alabando a Dios con la oración
Los otros prisioneros, no podían entender
Cómo, en medio a tanto sufrimiento
Podrían agradecer
De repente, todo el mundo podía ver
La tierra se abrir y las paredes tiemblar
Y las puertas se abren y el carcelero queriendo morir
Pobre, desesperado, sin saber lo qué hacer
De pronto, Pablo clamó
De sus prisioneros nadie se escapó
Al ver todo lo que él gritó
¿Qué debo hacer pra salvar mi vida?
Entonces Pablo le dijo: Acepte el Señor Jesús
Y serás salvo tú y tu casa
Nuestro Dios nunca se cambió
Al igual que Pablo y Silas liberó
Hoy él trabaja un milagro en su vida
Porque mucho mucho él te ha amado
Ya amanecía cuando Pablo y Silas
En la prision cantaron, con Dios hablaron
En la prisión