Era una pichanga muy normal pero alguien se picó con el tercer tiempo
Caminamos, fuimos directo a la botillería, trabajaba así que dije que yo no podía
Y vi la chela y el ron, luego me convencí igual, ¡huaso pero no hueón!
Son más de las cinco y no doy más, en dos horas tengo que ir a trabajar
Encima el hueón de mi jefe me tiene en la mira si llego otra vez con caña
Me echa de sopetón y no entiende que fui a jugar fútbol
Comienza la locura, quien nos para esta vez
Y la hora que avanza y no me acuerdo de nada