Vuelvo, vuelvo a tu lado
herido y maltratado
por el mal;
comprendí que si me alejo
amarguras sólo habré de hallar.
Vuelvo buscando alivio
en esos brazos tibios
todo amor,
donde vos con tus caricias
a mi vida darás calor.
Ya nunca jamás
dejaré el remanso azul de tu querer,
que hoy sin odios ni rencores
cual amor de mis amores
permanece fiel y tierno
como ayer.
Ya no partiré
tras quiméricos senderos de ilusión,
pues, aquí, junto a tu lado
en el nido que he dejado
sé que está la dicha ansiada
por mi amor.
Vuelvo, vuelvo a tu lado
en donde un pecho amado
he de hallar;
ya deshecho todo orgullo
sólo busco en donde descansar.
Nada, nada ya quiero
si hallé el más bello cielo
en mi hogar,
donde sé que un gran cariño,
siempre mío, me alentará.