Vi que el Cordero tenía en su mano el Libro de Dios,
el destino del hombre, su plan redentor,
siete sellos lo cerraban y guardaban su misterio
y ¿quién será? ¿Quién podrá
desatar la venganza y la ira de aquel
que declare el juicio a la Tierra
y sentencie a los hombres a la oscuridad.
"No temáis: El Elegido es raiz de David.
No lloréis, pues su Corona es justicia y verdad".
Montes y peñas, caed sobre nosotros
y ocultadnos del rostro
de aquel que traerá la Ira de Dios.
Montes y peñas, caed sobre nosotros;
Pues el dia se acerca y no habrá
quien pueda sostenerse en pie.
Guerra, sangre, hambre y muerte.
Los Cuatro Jinetes primero; después,
la venganza y el sexto, judgará.
El séptimo sello dió a siete ángeles
las Siete Trompetas del Fuego de Dios,
que buscan arrepentimiento del Hombre
que nunca se encuentra,
pues su corazón es ciego
y jamás verán su error.
El Cordero vió en el nombre de su Padre
que no había redención.
Quiso derramar Siete Copas con su Sangre
y destruir su creación.
Sólo unos pocos serán
quienes puedan salvarse del Día de Dios:
Justos y pacientes los que sepan escuchar
porque ellos son
herederos del Reino de Dios.
"...Babilon magna, mater fornicationum et abominationum terrae,
ebriam de sanguine sanctorum.
Cecidit Babilon magna et facta est habitatio demoniorum,
et custodia omnis spiritus inmumdi et custodia omnis volucris inmunde..."
"...Et apertum est templum Dei in caelo
et visa est arca testamenti eius in templo eius
et facta sunt fulgora et voces et terraemotus et grando magna."