Siempre pienso en mi abuela
Y en mi madre que me enseñó.
Cuando lavo la ropa a mano,
Cuando lejos de casa estoy.
Ella mostró cariño
Con una casa bien puesta,
Y el cocido de la abuela
A mi madre se lo enseñó.
¡Niña! Ay mi niña, que todo ya saldrá.
Hasta las cosas más sucias se quitan con paciencia y suavidad.
¡Niña! Ay mi niña, que todo ya saldrá.
Hasta las cosas más sucias se quitan con paciencia y suavidad.
Hay un árbol en mi pueblo,
En el patio de la casa.
Un naranjo frondoso,
Que también limones da.
Las manos que lo plantaron
Perfumaron su olor.
Pero el genio del abuelo
A mi madre se lo pasó.
¡Niña! Ay mi niña, que todo te saldrá.
Con constancia y con trabajo tu destino vivirás.
¡Niña! Ay mi niña, que todo te saldrá.
Con constancia y con trabajo tu destino...
Destino...
Destino...
Tu destino vivirás.