Berretines de ser guapo
que tenías muy adentro
te largaron para el centro
con un cheque al portador;
y una mina chiquetera
con su parla, al deschavarte,
se encargó de desplumarte
con el cuento del amor.
La patota sobradora
te apodó "El Nene de Abasto".
Rebuscaste para el pasto
y en gayola fuiste a dar.
Empezó tu mala junta
fuiste chorro, prepotente,
y embalado en ese ambiente
de muy guapo te la das.
¡Guapo!
¡No! Vos no sos un guapo,
vos sos un compadrón,
la desvergüenza misma
de aquel flor de varón
que frente a una injusticia
y obrando con razón,
se escolaseaba entero
llegada la ocasión.
¡Guapo!
Guapo es el que labura
y gana con sudor
el pan que lleva a casa
sin arrastrar su honor.
Ni en la cara lleva tajos,
ni presume de matón,
ése sí que es hombre guapo
y no un maula como vos.
Gambeteándole a la yuta
le contás a los otarios
que tenés un prontuario
que confirma esa actuación;
y la vas de gran troesma,
de lancero y escruchante,
de balurdo y asaltante,
no sé con qué pretensión.
Veinticinco entre barrotes
en Caseros y Ushuaia
y en la Penitenciaría
baten justo lo que sos,
un chitrulo refundido
que entre el hampa hiciste sapo.
Y vos te la das de guapo,
¡dequera!... pobre de vos.