Sor MarÃa enamorada sin remedio
trae ardiendo el corazón.
Está inundada de sus sueños, de sus ganas,
ignorarlo es contranatural
por piedad no me juzguen, ¡Redentor!
Una mujer enamorada, decidida,
pasma el aire, el universo y la razón.
Si la luz entra en el agua, olvida el cielo
va con el sueño en la piel.
Ven huir al padre Aurelio,
Sor MarÃa fatal,
los sorprendieron en pecado capital
los fusilaron a los dos,
mano con mano hasta el final
como los arboles que mueren de pie.
y se soñaba
con la luz de la mañana
y la bandera
que le besa el vientre y los labios y los pies
se sonroja y se len encienden las mejillas.
Se murió con un sueño en la piel
con un sueño en la piel,
con un sueño en la piel.