Déjame, juego sucio,
déjame lo peor,
déjalo, no es lo tuyo,
déjalo, se acabó.
Déjame, medio desnudo,
arguméntame tu dolor,
pon el vaso sólo lo justo,
para volverte loca de amor.
Y no estoy por la labor de darte cancha,
no me he convertido en tu admirador,
y no estoy por la labor de ver mi cara,
entre todos tus trofeos del salón.
He pasado de puntillas por tu cama,
he atacado en falso a tu corazón,
he tenido que venderte hoy mi alma,
para hacerme un hueco en tu habitación.
Ven a dejarme hoy medio desnudo,
y termina tu trabajo por favor,
déjame, déjame, juego sucio,
déjalo se acabó.
Y no estoy por la labor de darte cancha,
no me he convertido en tu admirador,
y no estoy por la labor de ver mi cara,
entre todos tus trofeos de salón.
Entre todos tus trofeos de salón,
entre tus trofeos de salón.