No se tu nombre, navego sin anclar
Trazando el rumbo hasta que nos devore el mar
No veo el norte, sin brújula ni azar
Y arribo a puerto al sonido de tu voz
Cuando duerme, soy de piel
Y despierta, mudo a cielo, tierra y mar
Cuando entierro mi rencor
Me encarcela en su custodia angelical
No se tu nombre, navego sin anclar
Trazando el rumbo hasta que nos devore el mar
No veo el norte, sin brújula ni azar
Y arribo a puerto al sonido de tu voz
Estremece ver brotar
Labios que antes eran ríos sin caudal
Deja que arda esta postal
Y recoja las cenizas de mi indecisión
No se tu nombre, navego sin anclar
Trazando el rumbo hasta que nos devore el mar
No veo el norte, sin brújula ni azar
Y arribo a puerto al sonido de tu voz
Presiento este final y dejo libre el timón
Somos piezas de ajedrez de un embuste teatral
Me vence el sueño y te miro una vez más
Imagino un nombre y el sonido de tu voz