Me quedé colgado mirando una espina del cactus,
Tan encandilado, me empiezo a preguntar
Si ya quiero crecer, pero igual no la puedo olvidar;
Ahora mis antenas no sirven para nada más.
Me dormí con miedo y con un carajo en la cabeza.
¿dónde está el remedio para mi soledad?
Desperté en su jardín y me fui deshojando una flor
Mientras me perdía en el laberinto de la desepción.
Las margaritas mienten, a mí me tocó poquito.
Y en mi cabeza escucho esa voz diciendo
"no vas a estar solo nunca más".
"estás equivocado", me dice a los ojos en cactus,
"¿qué carajo hacías hablándole a una flor?"
Si ya no quiero pensar que otra vez no aprendí la lección
Busco la salida del laberinto de la decepción.
Las margaritas mienten….