El fuego que existía entre nosotros dos
Éramos máquinas de tirar, dos cigarrillos
Las calles se abrían al vernos pasar
Perfecta sincronía, un buen presentimiento
Tenerte a mi lado y ver amanecer
Siempre quería más contigo
Recuerdo tus latidos, si no fue ayer
Quién me dice cuando ha sido
Recuerdo los primeros polvos como ayer
Las tardes que nunca terminan, que derroche de pereza
Tu piel como mi casa, como mi refugio
Éramos máquinas de sentir, dos cigarrillos
Pasó, el veneno nos descubrió
Pasó, las cenizas no saben bien
Pasó, nos cansamos de pertenecer
Pasó, las cenizas no saben bien
El fuego que salía de nosotros dos
Éramos máquinas de tirar, dos cigarrillos
Las calles se incendiaban cuando caminábamos
Tu paso destruía, mi mano en tu cintura
Y en los subterráneos de mi corazón
Algo se clausuró al perdernos
No dejo que ninguna vaya mas allá
Yo te construyo un monumento