Nimiedad de aquella bagualada
Del hondo pesar
Apresura el paso por estos albos
Escondrijos baldíos cual realidad
Torpes en toda su badomía.
Cual cinto inerme a la caída
Del corpulento pesar
A ti noche batará
Consuelo a la cantiga de este recordar
A ti en ruegos y sollozos
Impregnados del perfume otoñal
Silentes y curiosos lo oídos que_
Me hiciste prestar.
Haz parar esta barbulla
Todo toma de mí, ¡ay!, de mí
Bajo mi piel una bahorrina que toma y fluye en mí,
Esa, esa es la torva triste de mi melodía.
Estridentes y ralos son los cantos
Que entona el catevá azulenco
Del conjuro natural,
Ni son trinos menos ruegos
Oh, sota de la capa batará.
Lánguido susurro hueco
Que en el silbido estelar
Retoma el camino olvidado
Por los albos cabellos
De la nocta batará.