Marchemos, hijos de la patria,
Que ha llegado el dÃa de la gloria
El sangriento estandarte de la tiranÃa
Está ya levantado contra nosotros (bis)
¿ No oÃs bramar por las campiñas
A esos feroces soldados?
Pues vienen a degollar
A nuestros hijos y a nuestras esposas
¡ A las armas, ciudadanos!
¡ Formad vuestros batallones!
Marchemos, marchemos,
Que una sangre impura
Empape nuestros surcos.