Hoy vuelta a empezar, todos han pensado igual,
ojalá nadie pregunte mi opinión.
Entran en el bar, se saludan sin hablar,
para luego ir a sentarse en un rincón.
Y se miran a los pies en silencio,
intentando despertar de un mal sueño.
Sé muy bien que es mejor callar
porque el tiempo todo lo calma.
Pero yo tengo que escupir
este nudo de la garganta.
Esperando el sol, dando saltos sin parar
sobre el filo de cuchillas de afeitar.
Fuera de control, siempre yendo hasta el final
convencidos de que nada va a fallar.
Tengo que reconocer, y lo siento,
que creí más de una vez que era cierto.
Sé muy bien, que es mejor callar
porque el tiempo todo lo calma.
Pero yo tengo que escupir
este nudo de la garganta.
Cuantas veces yo pensé
que esto no iba a suceder.
Y al final pasó, y ahora sé que no,
que no volveré a encontrarme tu mirada.
Ojalá yo pudiera echar
este nudo de la garganta.
Creo que voy a renunciar
porque me tiemblan las palabras.