Dentro ya del ascensor he iniciado el vuelo
porque quiero saludar cara a cara al cielo,
y tocar estrellas con la punta de los dedos
desde el último balcón del rascacielos.
Y resulta que de aquí todo es igual,
es de locos, de locos.
Y ahora quien me va a ayudar a recoger
los pedazos de mis sueños rotos.
No distingo la ciudad entre el humo negro,
los cables de alta tensión y las torres de acero.
Si lo sé no subo aquí, me quedo en el suelo.
Tengo ganas de saltar del rascacielos.
Pues resulta que de aquí todo es igual,
es de locos, de locos.
Y ahora quien me va a ayudar a recoger
los pedazos de mis sueños rotos.
Pues resulta que da aquí todo es igual,
es de locos, de locos.
Y ahora quien me va a ayudar a recoger
los pedazos de mis sueños rotos.