Peregrino de amor
vagaba triste,
por sendas obscuras
y de abrojos,
una gloria buscaba
sé que existe,
la ví en el fondo
de tus lindos ojos.
Es esa gloria
el dulce amor soñado,
que tantas veces
me robó la calma
y aunque siempre por el
fuí desdeñado,
seré feliz
porque lo hallé en tu alma
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