Cuando estuve en un bosque encantado
not con asombro
que una piedra me cantaba
con modulaciones y con timbres de tenor.
Debajo de la piedra haba un sapo invernando
y supe
que era el sapo el que cantaba
y segu buscando maravillas que saber.
Quera una princesa convertida en un dragn,
quera el hacha de un brujo para echarla en mi zurrn,
quera un vellosino de oro para un reino,
quera que Virgilio me llevara al infierno,
quera ir hasta el cielo en un frijol sembrado,
y ya.
De lejos vi una fuente que brillaba
y corr hacia ella,
pues tena aguas de oro:
era inconfundible aquel color como miel.
El sol se reflejaba en la fuente abandonada
y supe
que era el sol el que brillaba
desilusionado por dos veces me alej.
Quera una princesa convertida en un dragn,
quera el hacha de un brujo para echarla en mi zurrn,
quera un vellosino de oro para un reino,
quera que Virgilio me llevara al infierno,
quera ir hasta el cielo en un frijol sembrado,
y ya.
Despus de mil fracasos como estos
me sent muy tonto:
nos haban engaado;
y me fui a buscar al primer hombre que minti.
Camin los caminos,
recorr los recorridos,
pero cuando hall al culpable
hecho un mar de lgrimas, al verme, me pidi:
Yo quiero una princesa convertida en un dragn,
yo quiero el hacha de un brujo para echarla en mi zurrn,
yo quiero un vellosino de oro para un reino,
yo quiero que Virgilio me lleve al infierno
yo quiero ir hasta el cielo en un frijol sembrado
y ya.