Por que son pocas las palabras
Para expresar este dolor,
Nacen nuevas melodías,
Nace un canto, una canción…
Una espesa bruma rodea el lugar;
Un extraño silencio rodea el lugar.
Los corazones laten rápidamente,
Comienza el juego a la muerte.
Truenos se escucharon
En el tiempo, el espacio,
Recordándonos a todo momento
Nuestras culpas, nuestros muertos.
Dos lágrimas golpean el suelo,
Dos balas desgarraran el aire,
Sangrando de rodillas se abrazas los muertos,
Elevando una plegaria al infinito cómplice.
Un silencioso grito
¡NO! ¡NO! ¡NO! es escuchado,
Se pierde en la inmensidad
Del aire, del espacio, de la nada.
Nuevamente el corazón esta llorando.
Nuevamente la tierra se tiñe de sangre.
Nuevamente es golpeada la vida.
Nuevamente nos acaricia la muerte.
La tierra se desangra, el campesino muere,
El temor acalla al espíritu inerte.
¿A quien pertenecen las almas?
¿A los malditos dioses?
¿A los malditos mortales?
Todos juegan con ellas
Espíritus inertes
Para los mejores portores
… la muerte espera el llamado