El olor que desprendes vuelve en forma de recuerdos
No estoy cuerdo, me he vuelto loco, si lo que toco lo pierdo
Te cojo entre mis dedos, me clavo tus espinas
olvido todos mis miedos, brillas como cristalina.
Escribo, escribo y siento lo que digo para siempre
Tus hojas serán mi abrigo eternamente
La única flor de mi vergel
Tu color negro es la tinta que en mi brazo marco la piel.
Floreces dentro de mi, eres inconfundible
Ineludiblemente olvidarte es y sera imposible
y si algún dÃa elijes quitarme de tu camino
No podre aceptarlo aunque me corten los pinchos de tu olvido.
Yo lloro, yo lloro y golpeo a nada,
Solo tú, solo tú, reflejada en mi mirada,
Tu aroma mi droga, somnÃfero que me hace soñar
Impensable que te vayas y no quieras regresar.
Eres mÃstica, incandescente,
Inmortal y mÃtica entre la gente,
Todos te conocen permaneces en sus labios
Te hicimos eterna eres un himno, nunca habrá un adiós.
No lo entiendes, te preguntas el porque de tu existencia
tu eres mi única creencia,
te guardo en una realidad diversa, inmensa,
Desprendes personalidad, es tu ataque y defensa.
Ãnica de cada mil rosas negras hay tres,
Marginadas siempre solo por el color de su piel,
Y aunque a veces pareces distante y frÃa,
Nada más verte en aquel jardÃn, quise que fueras mÃa.
Estoy loco por tus espinas,
Que se clavan en mi, yo te quiero a ti como rutina
Imagino tu voz dulce, susurrándome al oÃdo
El tiempo se ha parado y yo me quedo aquà contigo.