Dos veces te ví mujer,
una sola bastó
pa' que te conociera,
para que te diera mi amor.
Sólo te dí una mirada,
la recuerdo con dolor;
no me gusta resignarme
a recibir lo que den.
Necesito lo que es tuyo,
como el agua de beber;
como necesita el ciego
de sus ojos para ver.
Me veo pensando en sueños
en tu risa y en tu pelo,
en tu sonrisa mujer
y con ella me desvelo.
Será que te estoy amando,
cuando me duermo te sueño.
Quisiera encontrar tu pecho
y con mis manos poder
darte la tierra y el fuego,
el algarrobo y el clavel
y gritar frente a tu cuerpo:
te estoy queriendo mujer.
Pero todas las palabras
son como el aire, señor,
tendré que cantar cien años,
darle a una lluvia un color
y ella estará mirando
justito donde no estoy.