Recuerdos que se me van
de mi mente a otro lugar,
suenan como el canto
y una canción desesperada
que se unen para volar...
y a saber, y a saber, y a saber
dónde irán.
Es como una estrella
que poco a poco se pierde,
para nunca brillar
sin saber dónde está su amor,
¿dónde está aquel lucero?
Aunque sepa los caminos
no volveré a verte
porque sé, que la muerte,
me acecha desde Córdoba,
me acecha desde Córdoba.