Nací, bajo el cielo que te besa el aire.
Crecí, con cada sueño de amor mis padres.
Bebí del brillo, de tu arroyo Sarandí.
Volé altivo, con mis alas de gurí…
y una brisa me susurra, que las cosas siguen siendo así.
Fulgor, de las siestas donde nunca se hizo tarde.
Pasión, por la pelota que rueda y rueda por la calle.
Ya sé que evoco a ese tiempo que pasó.
Y entre mate y mate, el recuerdo floreció.
Desde el verde que reclama, te dedico ésta canción.
Tengo los brazos en cruz,
mirando hacia el cielo, envuelta en el manto de la Tupäsy.
Hoy, te canto mundo guasú,
cicatrices de pueblo.
Te llevo en mis versos, a vos, Curuzú.
Ite, rumbo a un sueño donde trato de buscarme.
Soñé, tierra adentro algún día reencontrarte.
Son cosas que llevo, cosas que no he de olvidar:
tu sol, mi casa, el huata,
mis abuelos, la capichua.
Yo voy mariscando, canoa y remo a mi ciudad