Plateando la viña larga,
la luna pasa sonriendo
y en tu cara de aceituna
se va dibujando el sueño.
Debajo de los olivos,
tu cabecita morena
se me ha metido en los brazos
como el sol en las arenas.
En las noches de verano,
los regadores tenimo´
las manos gustito a brote
y el corazón gusto a vino.
Bajo el calor de tu blusa
oigo el temblar de tus sueños
mientras el agua se sube
por los racimos del tiempo.
Cueca de los regadores,
farol perdido en las viñas,
debajo de los olivos,
se me ha dormido mi niña
En las noches de verano,
los regadores tenimo´
las manos gustito a brote
y el corazón gusto a vino.
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