El tiempo imparable plateará nuestras sienes
y hará de nuestros recuerdos cenizas y humo.
Tú y yo, ahora amándonos cada vez más lejos,
seremos engullidos por un oscuro futuro.
Seremos esa generación perdida
apuntalando las ruinas.
Dónde estarás.
Mientras esperas a que amanezca
conocerás a un hombre, te robará el misterio.
Te dará una casa y muchos hijos,
y romperá tu hechizo, cubriéndote de dinero.
Pero serás una mujer perdida
apuntalando las ruinas.
Dónde estarás.
Niños de azul marino y corbata
se despedirán de ti cada mañana.
Cultivando el cáncer que nos unió,
amarillos los dedos, gris el pulmón.
Dónde estarás.
Con el BMW directa a la gimnasia,
con Gin Tonic ahogando la menopausia,
hora en la peluquería para tapar esas canas,
echándome de menos artrosis en el alma.
Dónde estarás.
Tendrás largas tardes de aburrimiento,
de ginebra y largos cigarrillos bajos en nicotina.
Y mientras tu marido te jura
que no te engaña, por su vida,
soñarás conmigo huyendo de esa rutina.
Pero serás una mujer perdida
apuntalando las ruinas.
Dónde estarás.
Cualquier día nos cruzaremos por la calle
y tú dudarás si pasar de largo o saludarme.
- "¿Cómo estás, qué tal tus hijos?" - "Cada día más grandes".
- "¿Y qué tal tu marido?" - "Perdona, pero se me hace tarde".
- "Llámame cualquier día".
Hay que ver cómo es la vida.
Dónde estarás.
Niños de azul marino y corbata
se despedirán de ti cada mañana.
Cultivando el cáncer que nos unió,
amarillos los dedos, gris el pulmón.
Dónde estarás.
Con el BMW directa a la gimnasia,
con Gin Tonic ahogando la menopausia,
hora en la peluquería para tapar esas canas,
echándome de menos artrosis en el alma.