Una voz tranquila que se apaga
Víctima del mundo, no es culpa del alma
Un cenicero roto en el patio
Vestigio de la muerte de los placeres
Piel de lata fría y oxidada, nada nos da miedo sólo esperamos de pie
Ni en nuestra angustia, asco, ira o alegría
Encontraremos un suspiro, encontraremos nueva vida
Y en el continente de la guerra
Corre la inocencia de las sucias balas
En la red del mundo venden besos
Sensacionalismo, basura pintada
No sé que merecen los humanos
La apatía es un parasito que mata, que mata lento
Hierve la sangre con los tambores, ríen
Hierve la sangre con los tambores, lloran
Mi sangre no hierve, mi sangre se apaga
Puedes llorar, tu sonrisa se fundió con el gris de la ciudad
Sólo te queda esperar, para que acabe este mal
O derrocar al imperio de las polillas
Tu sonrisa se fundió, con el acero
Tu risa ya se fundió, con el acero
Tu risa ya se fundió, con el acero
Consiguen pociones y se escapan, ciegos o cobardes, yo busco la calma
Túnica construyen y describen, las ideologías no curan las llagas
Delimitan sendero de fuego
Tus dioses han muerto
Tus dioses han muerto y este mundo ya está en llamas
Hierve la sangre con los tambores, ríen
Hierve la sangre con los tambores, lloran
Mi sangre no hierve, mi sangre se apaga
Puedes llorar, tu sonrisa se fundió, con el gris de la ciudad
Sólo te queda esperar, para que acabe este mal
O derrocar al imperio de las polillas
Tu sonrisa se fundió, con el acero
Tu risa ya se fundió, con el acero
Tu risa ya se fundió, con el acero