He aprendido por la fuerza cosas que debí saber
La noche está llena de trampas, cada mujer es una red
Sé que nadie está libre de culpas
Sé que no hay pecado por esconder
Yo no merezco tu desprecio
Si tienes la sangre caliente te puedes equivocar
Sólo aquel que esté libre de culpa
Puede apedrearme con su opinión
Yo no merezco tu desprecio
Ellas me llaman desde otro cielo
Entre sus piernas descansa Dios
Su paraíso de sal y sangre
Llama el demonio que habita dentro de mí