Sigo, sigo despierto
con los ojos abiertos.
Dispuesto a detonar,
ansioso por sacar
de mi mente la ira
por tu afán de mentiras,
que quiere atenazar
valores desechar.
Alzo el puño y lo cierro
para golpear sin freno,
hiriendo hasta matar
por la necesidad
de olvidar lo prohibido,
al sentirme elegido
por la simple razón de vivir.
Voy detrás de tí,
voy detrás de tí... (¡voy detrás!)
Ya no hay lugar donde huir.
No puedes fingir,
no puedes fingir... (¡ya no puedes!)
Te seguiré hasta morir.
Voy detrás de tí,
voy detrás de tí... (¡voy detrás!)
Ya no hay lugar donde huir.
No puedes fingir,
no puedes fingir...
Desestimaste tu fin.
Sólo, solo con verte
ya difiero en tu idea.
Incitas mi reacción
al punto de quebrar
todos, todos tus huesos,
huesos llenos de envidia,
que arman el disfraz
interno que ocultás.
Ya vete de aquí,
consíguete un lugar
para emplear tu mal.
Ya no tiene sentido,
nada tiene sentido.
Sumerge convicción
sin pudores, sin cimientos, sin razones.
Voy detrás de tí,
voy detrás de tí... (¡voy detrás!)
Ya no hay lugar donde huir.
No puedes fingir,
no puedes fingir... (¡ya no puedes!)
Te seguiré hasta morir.
Voy detrás de tí,
voy detrás de tí... (¡voy detrás!)
Ya no hay lugar donde huir.
No puedes fingir,
no puedes fingir...
Desestimaste el fin.
SOLO
Escúchame bien,
te sigo atento,
ojos abiertos.
Voy detrás de tí,
voy detrás de tí.
Cierro mi puño,
golpeo y hiero.