La mar ardía en azules
Con una blanca humareda.
Tú traías tu traje a espuma,
Yo mi pantalón a vela.
Olía toda la tarde
A pescadores y almejas,
A red, a goletas.
Algo como un naufragio oportuno
Se estremeció en nuestras venas,
Y apagando los ojos y arrastrándonos
Conjugamos de pronto el verbo arena.
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