Somos víctimas del abandono: inevitablemente solos.
Como un simulacro, lágrimas nocturnas.
Besos mojados.
Un olor agridulce.
Marchito, efímero y ausente.
Encantadoramente, orbito hacia tu amor. y no me engaño más.
Orbito hacia tu amor.
Hay un instinto, irresistible y perfecto.
Que nos coloca, de vuelta.
Orbitando sobre nosotros mismos.
Alrededor de una voz (que dice): orbito hacia tu amor.
Y no me engaño más.
Orbito hacia tu amor.
El extranjero no nos va a hacer más felices.
El extranjero no nos va a hacer más dichosos.
Orbito.
Hacia tu amor.