En la triste noche
de Santa ElegÃa
respiraban hondo
la amarga alegrÃa
bebieron a fondo
ninguna salida
y encendido el odio
se apagó la vida.
Se miró durmiendo
nada comprendÃa
descubrió la historia
que estaba perdida
remontó las nubes
camino a la vida
beso a la princesa
que estaba dormida.