Aún puedo recordar lo que pasó
Como si fuera ahora mismo.
Algunos lo han llamado fijación.
Me convertí en un juguete de labios cosidos
Para eclipsarme en ti; para acercarme aún más.
Dicen que soy un mundo en torno a un sol
Que siempre me ha calentado.
Yo he procurado ganarme ser su aprendiz:
Fundir mis miedos sobre ti.
Traté de aprender a ser más fuerte que la voz
Que hacía noche en mi piel.
Vivo alrededor de un ángel lunar para sofocar
Las llamas del dolor.
Alguien que me ayude a traspasar
El fin del universo.
Alguien que sepa soportar
Que no has cambiado en nada.
Alguien que no me recuerde a ti.
Alguien con quien consiga
Reconciliarme con la adversidad.
Sedar a todos mis fantasmas.
Pero aunque pase de largo
Por tu conciencia.
Sigo aprendiendo de ti.
Cada vez que el pasado
Se enfría a mi lado,
Alguien revierte el calor
Quise iluminar de sentido esta ambigüedad:
Dicen que un corazón mueve el mundo
Y, a pesar de todo,
Hay un mundo en cada corazón.
¿Quién quiere elegir -saber discernir-
Entre todos los fracasos?
Si, tras el cristal, detrás de la máscara
De mi memoria, siempre vuelves tú.
Alguien que me ayude a superar
El fin del universo.
Alguien que sepa soportar
Que nadie cambia en nada.